Cd. Victoria, Tam.- El presidente de la Unión Agrícola Regional del Norte de Tamaulipas, Ing. Agustín Hernández Cardona, a raíz del problema económico que afrontan los productores de sorgo, sin dinero, con deudas y por lo tanto sin crédito para seguir trabajando, recordó en entrevista de prensa que cuando por el Tratado de Libre Comercio de 1994 se puso a los agricultores mexicanos a competir con los de Estados Unidos, la desventaja para México fue evidente, y se creó entonces el “PROCAMPO”, como apoyo directo para aliviar un poco las grandes diferencias. Y sí funcionó parcialmente por algún tiempo.
Ese apoyo compensatorio era el equivalente a 100 dólares por hectárea, y lo recibían los productores para toda la superficie que sembraban y que la Ley, hasta la fecha, autoriza tener en posesión o propiedad a cada mexicano: 100 hectáreas de riego o 200 de temporal.
Pero posteriormente a otros regímenes les pareció mucho y argumentaron que ese apoyo entregado directamente a los agricultores para sumarlo a su utilidad, no para aplicarlo al proceso de producción, era en total el equivalente al 19% de todo el presupuesto de la Secretaría de Agricultura, y comenzaron a reducirlo, tanto en dinero como en superficie apoyada. En la actualidad, reducido, sólo lo tienen los que siembran de 0.2 a 20 hectáreas. Esto es decir que no lo tiene la agricultura comercial de esta Zona Norte de Tamaulipas, en donde por diversas razones es necesario que cada agricultor siembre superficies mayores para que la actividad le sea rentable.
Y añadió: El Gobierno Federal de México acabó eliminando no sólo el PROCAMPO, sino también otros programas que, aunque delgado, mantenían el equilibrio, pero no dejaron de hundir al campo, poco a poco, en el pozo de la quiebra.
Y LLEGO LA QUIEBRA
Y finalmente en el presente régimen del Presidente Andrés Manuel López Obrador llegó la quiebra al campo.
Y aseguró: Hoy, en el presente año 2020, los productores de sorgo que siembran más de 650 mil hectáreas, la mayor parte de temporal, no tienen dinero para seguir trabajando, como consecuencia lógica de bajos precios y altos costos.
Explica el Ing. Hernández Cardona que a estas alturas del tiempo las tierras en producción ya debieran estar labradas para mejorar las condiciones de absorción de humedad de las lluvias de Agosto y Septiembre, los meses de más altas posibilidades de precipitaciones, que sostienen el temporal y mantienen con aguas las presas, mismas que ahora están secas, las que irrigan las 200 mil hectáreas del Distrito de Riego 025 Bajo Río Bravo.
DIEZ AÑOS DE CAIDA DE
PRECIOS Y COSTOS A LA ALZA
El entrevistado recuerda datos del proceso del hundimiento de la agricultura regional y explica: El 2011 fue el último año de precios rentables para los granos. El sorgo de ese año se vendió en Agricultura por Contrato en 290.64 dólares la tonelada, y los costos de producción fueron de 7,350 pesos por hectárea en riego y con fertilizantes.
Pero en el 2012 comenzó la caída de precios y el aumento en los costos de producción. Ya en el 2018 el precio del sorgo fue de 155.84 dólares la tonelada y los cost6os se ubicaron (datos de FIRA) en 12,873 pesos por hectárea-
En el 2011, el Gobierno Federal todavía sostenía algunos programas de apoyo al campo y eso, sumado al buen precio de las cosechas, permitió a los agricultores equiparse. Pero es evidente que el Presidente López Obrador conserva en su mente la imagen del campo de entonces. Ahora, cuando los agricultores están en la quiebra, él los sigue considerandos ricos y el Secretario de Agricultura actual, Víctor Villalobos, ha sostenido que los agricultores no necesitan dinero, sino sólo apoyos técnicos.
El Subsecretario de la SADER, Víctor Suárez, cuando los agricultores pedían mayor presupuesto para el campo para que no cayera la producción, declaró a la prensa textualmente lo siguiente: “Es una falacia y alarmismo decir que la reducción presupuestal afectará al sector, ya que durante los últimos años se ha observado que no existe correlación entre el presupuesto y el crecimiento sectorial”. Los hechos le dan una enseñanza, dice Hernández Cardona.
LOS NUMEROS DE ESTE AÑO
Y apoyándose en datos de instancias de Gobierno explica: Los propios números oficiales (FIRA, INIFAP, Banco de México) y el mercado, hablan con claridad de la pérdida que resintieron en este año los productores de sorgo, y perdieron tanto los que sembraron con riego y fertilizante como los que sembraron en condiciones de temporal sin fertilizar.
FIRA definió que para sembrar sorgo en riego y con fertilizante, se requirió una inversión de 15,370 pesos por hectárea. El INIFAP definió que el promedio de rendimiento de cosecha fue de 5 toneladas por hectárea (FIRA lo fijó en 5.30), y el precio de mercado fue de 133.92 dólares por tonelada, (así se vendió en AxC la cosecha de este año 2020) y Banco de México definió el tipo de cambio FIX, que por su diaria variación puede promediarse, como alto, en 19 pesos por dólar. La tonelada de sorgo se vendió, por lo tanto, en 2,544.48 pesos. Como se cosecharon 5 toneladas, el valor total recuperada por hectárea, fue de 12,722.40 pesos. Pero la inversión fue, como lo definió FIRA de 15,370 pesos por hectárea. Hay una pérdida real de 2,647,60 pesos por hectárea.
Para los temporaleros, de acuerdo a los números de las mismas fuentes oficiales, invirtieron 8,261 pesos por hectárea, y la cosecha, considerando el promedio ordinario marcado por INIFAP que es de 2.5 toneladas por hectárea, con el mismo precio del sorgo de riego, la pérdida es de 1,165.25 pesos por hectárea; pero en el temporal la pérdida se agigantó porque según los datos de la propia Secretaría de Agricultura, la sequía redujo el promedio de producció0n de las 2.5 toneladas que tiene marcadas el INIFAP, a sólo 1.5 toneladas por hectárea, datos de la Delegación de SADER.
SE REQUIEREN LOS 3,375
PESOS POR TONEALDA
Los productores de sorgo, están solicitando que, por lo menos, a la cosecha de sorgo de este año, se le fije el precio que se había convenido para la cosecha del 2019. Es un año de atraso en precios, pero con ese monto estiman lograr el equilibrio para seguir trabajando.
Y se requiere que la respuesta y pago sean pronto, porque las tardanzas en las labranzas de preparación de la tierra se reflejarán negativamente en los rendimientos de cosecha del siguiente año, explica el Ing. Agustín Hernández Cardona, presidente de la Unión Agrícola Regional del Norte de Tamaulipas.
La gestión la están haciendo desde hace muchos meses, y no han tenido respuesta.
Señala el representante de agricultores del Norte de Tamaulipas, que la última entrevista que tuvieron con funcionarios del Gobierno Federal sobre el tema, fue el 22 de Julio último, con la Secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, quien prometió seguir los trámites ante la Secretaría de Hacienda y la Secretaría de Agricultura, pero han pasado ya varias semanas y no hay respuesta.